domingo, 29 de diciembre de 2013

En la Antártida estudiarán humanos para ir al espacio


En la Antártida estudiarán humanos para ir al espacio

Se trata de investigaciones en la base Belgrano II, cuyas características son las más similares al estado de aislamiento del espacio exterior.

Científicos argentinos presentaron un proyecto para estudiar en una base de la Antártida argentina la adaptación de humanos en ambientes de aislamiento extremo, como el espacio exterior. El director del Instituto Antártico Argentino (IAA), Mariano Mémolli, presentó días atrás un proyecto de cronobiología de aislamiento que se realizará en la base Belgrano II de la Antártida y aseguró que ‘esto pone a Argentina en el grupo de naciones avanzadas en los estudios de fisiología humana para viajes al espacio‘.
Durante la presentación del proyecto ‘Cronobiología del Aislamiento Antártico: la utilización de la Base Belgrano II como análogo espacial‘, Mémolli detalló que mediante este estudio se podrá determinar ‘cómo es el ritmo circadiano‘. Es decir, ‘cómo el ritmo de aquellas hormonas y de aquello que regula el organismo se adapta a grandes cambios en un lugar de extremo aislamiento, como es la base Belgrano (la base argentina que se encuentra más al sur), en donde hay cuatro meses de noche, cuatro de día y 4 de día y noche‘. Por eso, la base científica Belgrano II es ideal para estos estudios, ya que tiene características de aislamiento similares al espacio exterior.

Ubicación de la base Belgrano II
Según Mémolli, el ‘comportamiento hormonal y la adaptación‘ del organismo a un ambiente extremo cambia en situaciones de ‘aislamiento o con distintos estímulos lumínicos, ya que el sol es muy importante para la vida‘. ‘Esto nos permite establecer cuál es la relación y cuál es el paralelo con los viajes al espacio‘, señaló y afirmó que ‘todo el estudio de la astronáutica, de la adaptación del ser humano al espacio se inició en la Antártida, incluso los realizados por EEUU‘.

Si bien el experto apuntó que ‘es muy probable que estos viajes no se hagan en un corto tiempo‘, aseguró que los resultados de esta investigación servirán ‘para estar preparados para viajes de mayor longitud en avión o justamente saber qué le pasa al ser humano en condiciones extremas y qué puede ocurrir cuando una persona se traslada de norte a sur‘.

Este proyecto, coordinado por el IAA, la Universidad Católica Argentina (UCA), la Universidad Nacional de Quilmes, el Ejército Argentino y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se realizará durante todo el año próximo. En ese tiempo, se tomarán ‘distintos tipos de muestra a la dotación‘, conformada por 13 militares y tres científicos que participarán de una de las pruebas más numerosas de este estilo en el mundo, aseguraron desde la Dirección Nacional del Antártico.

El objetivo de este proyecto, presentado el pasado 17 de diciembre en la ciudad de Buenos Aires, es analizar los cambios en la frecuencia cardíaca, la relación sueño-vigilia, la percepción del tiempo y otros aspectos, a partir de condiciones de aislamiento y de falta de luz. El objetivo: reunir información para preparar a futuras tripulaciones que viajarán al espacio.

“Tendremos un monitor para medir la frecuencia cardíaca las 24 horas y sensores de movimiento y de temperatura corporal para controlar el sueño”, explicó Agustín Folgueira, investigador del proyecto. 

También habrá pruebas para evaluar la percepción del tiempo ante el aislamiento y variaciones a nivel cognitivo como la memoria, la concentración y la velocidad de reacción. Lo novedoso serán los datos objetivos a medir, como la toma de muestras de cortisol y melatonina, vinculados con la respuesta al estrés y con el sueño.

Fuente: Télam y Efe

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Sitios Asociados