En la Antártida estudiarán humanos para ir al espacio
Se trata de investigaciones en la base Belgrano II, cuyas
características son las más similares al estado de aislamiento del espacio
exterior.
Científicos argentinos presentaron un proyecto para estudiar
en una base de la Antártida argentina la adaptación de humanos en ambientes de
aislamiento extremo, como el espacio exterior. El director del Instituto
Antártico Argentino (IAA), Mariano Mémolli, presentó días atrás un proyecto de
cronobiología de aislamiento que se realizará en la base Belgrano II de la
Antártida y aseguró que ‘esto pone a Argentina en el grupo de naciones
avanzadas en los estudios de fisiología humana para viajes al espacio‘.
Durante la presentación del proyecto ‘Cronobiología del
Aislamiento Antártico: la utilización de la Base Belgrano II como análogo
espacial‘, Mémolli detalló que mediante este estudio se podrá determinar ‘cómo
es el ritmo circadiano‘. Es decir, ‘cómo el ritmo de aquellas hormonas y de
aquello que regula el organismo se adapta a grandes cambios en un lugar de
extremo aislamiento, como es la base Belgrano (la base argentina que se
encuentra más al sur), en donde hay cuatro meses de noche, cuatro de día y 4 de
día y noche‘. Por eso, la base científica Belgrano II es ideal para estos
estudios, ya que tiene características de aislamiento similares al espacio
exterior.
Ubicación de la base Belgrano II |
Si bien el experto apuntó que ‘es muy probable que estos
viajes no se hagan en un corto tiempo‘, aseguró que los resultados de esta
investigación servirán ‘para estar preparados para viajes de mayor longitud en
avión o justamente saber qué le pasa al ser humano en condiciones extremas y
qué puede ocurrir cuando una persona se traslada de norte a sur‘.
Este proyecto, coordinado por el IAA, la Universidad
Católica Argentina (UCA), la Universidad Nacional de Quilmes, el Ejército
Argentino y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(Conicet), se realizará durante todo el año próximo. En ese tiempo, se tomarán
‘distintos tipos de muestra a la dotación‘, conformada por 13 militares y tres
científicos que participarán de una de las pruebas más numerosas de este estilo
en el mundo, aseguraron desde la Dirección Nacional del Antártico.
El objetivo de este proyecto, presentado el pasado 17 de
diciembre en la ciudad de Buenos Aires, es analizar los cambios en la
frecuencia cardíaca, la relación sueño-vigilia, la percepción del tiempo y
otros aspectos, a partir de condiciones de aislamiento y de falta de luz. El
objetivo: reunir información para preparar a futuras tripulaciones que viajarán
al espacio.
“Tendremos un monitor para medir la frecuencia cardíaca las
24 horas y sensores de movimiento y de temperatura corporal para controlar el
sueño”, explicó Agustín Folgueira, investigador del proyecto.
También habrá
pruebas para evaluar la percepción del tiempo ante el aislamiento y variaciones
a nivel cognitivo como la memoria, la concentración y la velocidad de reacción.
Lo novedoso serán los datos objetivos a medir, como la toma de muestras de
cortisol y melatonina, vinculados con la respuesta al estrés y con el sueño.
Fuente: Télam y Efe
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