La Base Orcadas es la estación ubicada en la Isla Laurie de las islas Orcadas del Sur que otorga el apoyo logístico a las tareas científicas organizadas por la Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino.
La Armada la mantiene la base Orcadas activa todo el año
Los seleccionados de la Armada para ir a la Antártida tienen
casi un año de entrenamiento de esquí, moto de nieve, bote, evacuación, lucha
contra incendios, patrulla, caminatas, escaladas y rescate junto al Ejército
Argentino en la Escuela de Capacitación Antártica. Luego llega el "mes de
supervivencia" en Caviahue, Neuquén, para empezar a templar el espíritu al
sentir el frío de la nieve estando en una carpa especial.
"La mayoría de los preseleccionados para invernar un
año ya hicieron alguna campaña de días en verano en la Antártida. Este año, de
los 17 hay 4 que vienen por primera vez."
Arranca a principios de febrero, un verano antes de vivir en
el hielo. Pasan por preselecciones, exhaustivos exámenes psicológicos, físicos
y rondas médicas de 2 meses de estudios que incluyen de 2 a 3 visitas al
hospital naval por semana.
Un diabético tipo 2 -la más común de las diabetes- no puede
someterse al aislamiento de un año. Tampoco quien tenga presión baja, cataratas
ni otras afecciones que no serían inhabilitantes más que en ese lugar donde
sólo se pisa hielo.
Aparte del entrenamiento de sus compañeros, el médico
recibió una capacitación especial de tres meses en el Hospital Naval Pedro
Mallo de Buenos Aires. Rotó por odontología (al momento sólo tuvo que arreglar
una amalgama que se salió), cirugía, cardiología, traumatología, kinesiología y
oftalmología para adecuarse a cada emergencia.
Él administra los remedios: desde el ibuprofeno hasta los de
infecciones urinarias producto del frío o el roce con la vestimenta.
Apendicectomia obligatoria
A todos los que invernan en la Antártida antes les quitan el
apéndice. No hay lugar para una muerte por peritonitis. En marzo ya todos
estaban operados.
De los 14 militares que quedaron, 12 son de la Armada y 2 de la Fuerza Aérea.
El 2017 fue la primera vez en la historia de la Base
Orcadas, invernan a 2 mujeres civiles: la técnica en geomagnetismo y la jefa
científica o guardiaparque, Catalina Martínez.
"Hago observaciones de lunes a lunes con un instrumento
que se llama teodolito. Con eso obtengo mediciones de la inclinación y la
declinación del campo magnético terrestre", dice Sabrina Juarez, de
Saavedra, soltera y de 34 años, que 2 veces por día camina 100 metros desde la
casa central hacia las 2 "casitas de geomagnetismo".
Desde ahí toma los valores y los carga en un sistema que
remite mensualmente al Servicio Meteorológico Nacional.
Parece algo muy alejado a nuestro día a día pero Sabrina
explica por qué es importante ver esas variaciones: "A menor magnetismo,
mayor radiación solar ingresando a la atmósfera terrestre. De esa protección
del campo magnético depende la fauna y flora".
El aislamiento
No hay posibilidad de arrepentirse.Cuando llegan en rompehielos a la base, los 17 elegidos quedan solos hasta que se
descongela totalmente la Bahía Scotia, al sur.
La bases Marambio, Carlini y Esperanza -la más grande, con
54 personas- son las que más contacto tienen ya que realizan vuelos entre sí.
No es el caso de Orcadas donde no se ve el espectáculo natural de luces de las
auroras australes.
Junto a las otras dos del Ejército, la San Martín y la
Belgrano II -la más austral de todas, con 4 meses de noche total y 4 de intenso
día-, es la que queda más aislada en el fin del mundo durante el invierno
polar.
La bahía norte tiene enormes placas de hielo. Un viaje
desde acá hasta Buenos Aires duraría más de 10 días
"Lo más difícil de estar acá es el comportamiento
humano. Si bien pasamos casi un año juntos en todo el entrenamiento y los
estudios, esto es como una gran familia y hay que saber respetar los momentos
del otro." dice Palacios un integrante de la base Orcadas.
En esta época la noche ya se está haciendo de día. "Por
suerte, a las 7:30 ya tenemos luz y a las 16:30 es de noche. De a poquito vamos
a recuperar la normalidad."dice Palacios.
En julio, Palacios veía el sol recién a las 8:30 y su cuerpo
se tenía que adaptar a un ritmo cicardiano -los cambios físicos, mentales y
conductuales que siguen un ciclo de luz y oscuridad dentro de 24 horas- donde
para las 15:30 afuera ya nada se veía.
"Al haber tantas horas de noche el cuerpo baja tu nivel
de actividad. Te levantás de noche y te acostás de noche. Te acostás a las 5 de
la tarde y podés dormir hasta el otro día a las 8 de la mañana", advierte.
"Es la oscuridad misma."
Por eso es vital estar activo y mantener horarios estrictos.
"El cuerpo tiende a querer acostarse en pleno día. Porque es de
noche."
En Orcadas todo está programado: la hora para levantarse
(6:30), el desayuno (de 7 a 8, luego llega la formación general donde se dan
las directivas de las actividades diarias), el almuerzo (a las 13), la merienda
(a las 17), la cena (a las 20:30). Todo "sí o sí".
Cronometrados "hasta los momentos de esparcimiento a la
tarde -donde los 16 aprovechan la lenta internet de la base para hablar por
WhatsApp con sus familiares- antes o después de la labor".
Los militares y las dos civiles hacen turnos de día y noche
-porque no siguen las horas sol del resto del mundo-, incluso los sábados a la
tarde.
Ese día -también sí o sí- hay pizza. Los domingos ven la
nueva temporada de Game of Thrones y, de vez en cuando, hay torneos de pool y
metegol.
Está la cocina, el comedor, la sala de estar, la enfermería,
y el gabinete de los guardiaparques. Los suboficiales y las civiles viven en
módulos individuales -los llaman camarotes- intercomunicados por pasillos.
Palacios, el subjefe de la base, el teniente de navío Santos López y el médico
viven en otro sector de módulos.
Hay tres baños compartidos. Uno es exclusivo para las
mujeres. En las duchas se gira un cartelito con un pingüino para indicar que
adentro se está bañando un hombre o una mujer. "No es que hay cola. A la semana
ya estábamos organizados. En eso es todo armonioso."
Cada uno es responsable de la higiene de su camarote y dos
veces por semana está estipulada la limpieza general de la base. Se asigna un
sector y se va rotando "para que el baño no le toque siempre al
mismo".
La comida
El hielo y la vida saludable en condiciones extremas no hace
que los 16 dejen a un lado el paladar argento.Chizitos, papas fritas, fiambre,
turrones y fernet -todo en su justa medida- se pueden encontrar en el depósito
de comida de Orcadas junto a las carnes, frutas y verduras congeladas y en
lata.
Pero eso sólo es "picoteo". El clima obliga a
consumir casi el doble de calorías que en el continente: unas 3.500 diarias,
especialmente si se se hace algún desplazamiento a la intemperie.
Se quedan un año pero, ante cualquier eventualidad en las
heladeras o conservas que los pueda lleva a la muerte por inanición, tienen
comida para 1 año y medio racionalizada por mes.
A diferencia de los astronautas- no pueden crear una huerta.
Argentina firmó el Tratado Antártico el 1° de diciembre de 1959 y con eso
aceptó que no puede hacer nada que modifique el medio ambiente del fin del
mundo. Por ejemplo, se prohíbe llevar animales o semillas.
Despensa de la casa principal de la base Orcadas |
Durante el verano toman el agua directamente de un pozo que
se llena del deshielo. Son dos tanques de 9.000 litros cada uno. "Para
cuando comienza el invierno tenemos un derretidor de nieve", dice un
integrante de la dotación en Orcadas. Es una enorme pileta de acero inoxidable
con un serpentín de aceite caliente que derrite las bateas con nieve.
La temperatura es tan tenaz que salir sin guantes es
sinónimo a perder dedos por hipotermia. Así y todo, lo que los 16 elegidos más
extrañan en estos 7 meses de invernación, justamente, son "los
frescos".
Con ellos llega la carga de acelga, berenjena, zapallo,
papa, zanahoria, manzana y naranja. Se deben consumir lo antes posible para que
no se echen a perder.
Cuidado del medio ambiente
Colocación de una veleta en monte Mossman |
Los desechos se clasifican en 4 tachos: latas, vidrios,
plásticos y orgánicos. También se hace un tratamiento de los residuos
peligrosos: combustible, grasa, aceite, que surgen del mantenimiento y la
reparación de los equipos.
Todo se guarda en tambores de 200 litros, sellados y
codificados. Se pasa un parte mensual de lo que se acumula para el estudio de
cómo trasladar la basura a Buenos Aires ya clasificada.
La energía la genera el gasoil antártico de YPF, con un
aditivo anticongelante.
El sueño blanco
"Te levantás a la mañana, salís y ves la Bahía Scotia.
El blanco no termina nunca. Es de una inmensidad que te deja sin palabras. Si
bien es todo del mismo color, blanco, ves día a día cómo va cambiando el
paisaje, un viento norte puede despejar la bahía o uno sur puede acumular el
hielo. Ya cuando ves el 'viento blanco' no la podés creer", relata
Palacios.
Durante 2 días seguidos fue testigo de vientos de 110 km por
hora que hacen que nada sea visible 10 metros después de las pupilas.
Eso podría representarse como una habitación inmaculada, sin
bordes ni vértices, que a una persona sin preparación podría llevar a la
locura.
A él lo hunde en un sueño blanco en el que hoy quedan 16
argentinos.
La Antártida es el continente más frío, más seco, más
ventoso y con mayor altura media del planeta. Y es el peor lugar para sufrir un
accidente en pleno inverno polar.
Histórico rescate en Orcadas
A fines de julio del 2017 un marino de 38 años sufrió la
fractura expuesta del fémur de su pierna derecha y otra fractura en la pierna
izquierda.
Cayó en una grieta mientras hacía snowboard y requirió cerca
de 3.000 kilómetros de vuelo en las condiciones climáticas más que extremas
sobre el mar y el aterrizaje de un avión en una pista improvisada sobre un
glaciar adyacente. (Ver Rescate en Orcadas)
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